El campo de las úlceras tumorales es uno de esas zonas grises en el mundo de las heridas crónicas a la que a veces da cierto reparo cuando no miedo adentrarse.
Conscientes de la peculiaridad de este tipo de lesiones, de que precisan un abordaje diferenciado y que requieren de un manejo específico queremos proponer un espacio específicamente pensado para que sirva de esa luz necesaria que nos permita acceder a esa penumbra con seguridad.