Manejo del exudado
El exudado tiene un papel importante en la cicatrización de las heridas. Sin embargo, debemos tener en cuenta que cuando la cantidad de exudado en la herida es excesiva, deficiente o la composición es equivocada se producirán diferentes problemas (retraso en la cicatrización, disminución de la calidad de vida de los pacientes…) que debemos evitar.
Un buen manejo del exudado se consigue mediante la participación de un equipo multidisciplinar y con la identificación y tratamiento de los factores contribuyentes y subyacentes al exudado. Se debe realizar un examen exhaustivo del exudado (color, consistencia, cantidad, dolor…) para seleccionar las medidas sistémicas y locales más adecuadas.
El exceso de exudado favorece el acúmulo de exudado en la herida, aumentando el riesgo de crecimiento bacteriano y por lo tanto el riesgo de infección, además este exceso puede macerar tanto los bordes y la piel perilesional. Es importante seleccionar un apósito que sea capaz de absorber el exudado, pero sin resecar el lecho de la herida. Por el contrario, una herida con un exudado deficiente necesitará la rehidratación de la misma aplicando productos que aporten humedad.
Por lo tanto, el objetivo de los profesionales sanitarios encargados del cuidado de las heridas es proporcionar un entorno a la herida que proporcione la humedad óptima que promueva su cicatrización.
1. W O R L D U N I O N O F W O U N D H E A L I N G S O C I E T I E S (WUWHS). PRINCIPIOS DE LAS MEJORES PRÁCTICAS. Exudado en las heridas y utilidad de los apósitos Documento de consenso.London:MEP Led,2007
2. Manual de prevención y cuidados locales de heridas crónicas. 1ª Edición: Enero 2011. I.S.B.N.: 978-84-692-2677-3
3. Menna Lloyd Jones. Exudate: Friend or Foe? Br J Community Nurs. 2014 Jun;Suppl:S18-23. doi: 10.12968/bjcn.2014.19.Sup6.S18.