Al valorar el estado de un paciente con una herida tendemos a centrarnos en ésta, y olvidarnos del paciente como un “todo”, donde están presentes factores extrínsecos e intrínsecos que influyen de manera negativa en el desarrollo de dicha herida. Es decir, valoramos el lecho de la herida y en ocasiones, solo prestamos atención a los antecedentes personales y no al estado actual del paciente. Incluso al buscar asesoramiento solo aportamos estos datos.
Por ello, se debe realizar una valoración integral del paciente para llevar a cabo las medidas oportunas para la prevención e intervención de las heridas, tal y como sugiere el Triángulo de Evaluación de Heridas de Coloplast. Dentro de esta valoración integral, el estado nutricional juega un papel fundamental, ya que las alteraciones de este influyen de manera negativa en el desarrollo y abordaje de una herida.
Las alteraciones del estado nutricional están presentes en la aparición de úlceras por presión (UPP), pie diabético, úlceras vasculares.
Alteraciones del estado nutricional y heridas
Cuando pensamos en alteraciones nutricionales, solo pensamos en la desnutrición, pero no debemos olvidar que la sobrenutrición también produce cambios en el organismo que influye en el desarrollo e intervención de las heridas.
- Desnutrición. La desnutrición y el déficit de nutrientes se hallan implicados en la presencia de las alteraciones de la piel tales como: falta de elasticidad, piel atrófica o hiperqueratósica, etc. Debido a ello existe una disminución de las barreras mecánicas contra la infección (piel y mucosas) y un aumento en la incidencia de aparición de heridas crónicas, lo que supone estancias hospitalarias más largas y unos costes sociosanitarios elevados. Es el factor más importante en la aparición de UPP, debido a la pérdida de tejido graso subcutáneo y el aumento de las zonas de presión y fricción de las prominencias óseas.
- Sobrenutrición (obesidad). Los pacientes con sobrenutrición presentan mayor tejido adiposo que está menos vascularizado y tiene menor elasticidad que otros tejidos, siendo estos más vulnerables a la presión y propensos a heridas.
La mayoría de los pacientes que sufren úlceras de pie diabético presentan un mal control metabólico de su enfermedad de base, en ocasiones asociadas a procesos de desnutrición y/o sobrenutrición.
Además, los cambios que se producen en la composición corporal, como la pérdida de masa muscular, condiciona una disminución en la capacidad de movilización, con predisposición al desarrollo de heridas crónicas, caídas frecuentes y dificultad en la deambulación.
Estado nutricional y heridas: grupo de riesgo.
Factores propios del envejecimiento producen cambios fisiológicos, sensoriales, metabólicos y psicosociales que hacen que la población anciana sea un grupo de edad con un elevado riesgo de presentar desnutrición y con ello mayor predisposición a presentar algún tipo de herida o problemas en la cicatrización de las mismas.
Estado nutricional y heridas: evidencias
Cuando realizamos una búsqueda de la evidencia existente sobre la relación entre estado nutricional y heridas, existe mucha controversia entre diferentes estudios. Son muchos los estudios que no encuentran relación entre el estado nutricional y el desarrollo de heridas. Pero estos mismos estudios muestran limitaciones metodológicas: la falta de seguimiento, el tipo de pacientes a estudio, muestra muy pequeña, etc.
Otros estudios donde se realiza un seguimiento del estado nutricional mediante un cribado nutricional, concluyen que los pacientes bien nutridos presentan disminución de UPP y de estancias hospitalarias.
No debemos olvidar como las propias consecuencias derivadas de una alteración del estado nutricional son factores de riesgo en el desarrollo de heridas. Entre estas consecuencias encontramos: aumento de la dependencia, estancias hospitalarias, etc.
Consejo útil: se debe llevar a cabo una correcta valoración nutricional, mediante instrumentos como el MNA (https://www.mna-elderly.com/forms/MNA_spanish.pdf), a fin de corregir alteraciones del mismo que influyen de manera negativa en el desarrollo de heridas.
«Os remito a la próxima entrada donde se abordará el papel de los diferentes nutrientes en el desarrollo e intervención de las heridas.»
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